Para comenzar, mejor desde el principio. Vine al mundo un jueves, 18 de mayo de 1972 en un edificio que posteriormente sería declarado Patrimonio de la Humanidad, el viejo “Hospital de Santiago” de Úbeda (Jaén), aunque a las pocas horas me trasladé al lugar donde viví y crecí durante 18 años: Torreperogil, a 9 kilómetros de Úbeda.

Mi padre, empleado de banca, mi madre, ama de casa, a lo largo de esos años felices fuimos creciendo con la llegada de mis dos hermanos, Francisca, actualmente una gran médico y Julio, actualmente un magnífico músicólogo y profesor de piano.

En 1984, a la edad de 12 años comencé a reunirme con un grupo de amantes del teatro de mi pueblo, que ya llevaban trabajando en el circuito alternativo más de 9 años: Teatro “Arena”. Ellos, que llevaban muchos años moviendo conciencias con obras de teatro sumamente atrevidas, en un ambiente poco acostumbrado, fueron mi primera inspiración: Vicente, Nati, Juan…. Ionesco, Beckett, Arrabal, Nieva, Sanchís Sinisterra, García-Pintado, Pedro Casablanc, Blanco-Amor, … fueron mis primeros contactos con las tablas.  Y todos los “tablaos”, pequeños escenarios, Casas de Cultura y similares, mis primeros campos de batalla. Viajes interminables en camión, camerinos improvisados en su cabina o en la sala de plenos del Ayuntamiento, fiestas patronales y semanas de la Cultura, éxitos y fracasos fueron el día a día de mi relación con Teatro “Arena” desde 1984 hasta 1999, fecha en que les dije adiós para lidiar en otras plazas. 15 años y cientos de “bolos” imposibles de resumir.

Ya en 1984 había llegado el Instituto “San Juan der la Cruz” de Úbeda, donde cursé Bachillerato y en 1990 la Universidad de Granada, donde me licencié en Derecho en 1995. El servicio militar en Caballería, en la División Acorazada “Brunete” en Madrid, y mi primer año en el mercado laboral. Hasta que se cruzó en mi vida el reputado director granadino Joaquín Vida al que debo mi primera oportunidad como “profesional” (aunque espero seguir siendo “aficionado” toda la vida… me da la oportunidad de emocionarme cada día). Gracias a él vinieron título como “La Celestina”, “La Malquerida”, “La Dorotea”, “El Acero de Madrid”, “Cuernos”, espectáculos con los que tuve la oportunidad de conocer casi todos los teatros de la red nacional. Muchas gracias, Joaquín, Chema.

A los dos años de aterrizar en Madrid, por una carambola del destino, me crucé con el director Álvaro Sáenz de Heredia que, tras presentarme y observarme durante 3 minutos, me confió sin ningún tipo de casting, un papel importante en su película “Corazón de Bombón”, junto a Javier Martín y Valeria Marini. Después llegaría “Esta Noche, no” del mismo director, junto a Nancho Novo, Beatriz Rico, Oscar Ladoire y Javier Gurruchaga.

Casi simultáneamente llegó mi primer trabajo en televisión, “Policías”, junto a Lola Dueñas y Andrés Lima y una participación en “Arrayán”, de Canal Sur, que terminó convirtiéndose en dos temporadas de la serie y más de 100 capítulos. Una gran escuela (Gracias, Victoria).

A todo ello han seguido más de 10 años de teatro, cine y televisión que espero sigan adelante. Como siempre pienso, lo positivo que tiene una profesión vocacional y haberla comenzado muy desde abajo es que termina convirtiéndose en un árbol robusto casi imposible de doblegar. Y contra viento y marea, prometo seguir aquí

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