Santo Domingo de Guzmán (1170-1221) Deportes y Espectáculos
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Predicador español. Se le considera uno de los hombres más importantes de la Edad Media; fue un adelantado de su época y muchos de sus biógrafos están de acuerdo en que más que un santo es una de las glorias de la humanidad. Comprende la razón de ser de las aristocracias, a las que aprueba por su origen meritorio y balancea su poder al oponerles la dignidad de simples religiosos, como debe corresponder a cualquier noble que es miembro de la Iglesia. Escribe un documento legislativo, que según algunos supera la Carta Magna inglesa. Su vida está iluminada por avisos divinos, que también alcanzan a aquéllos que lo rodean. Juana de Aza, su madre, conoce el destino de su hijo por medio de un sueño que tiene en su período de gestación; ve nacer de su vientre a un cachorro con una antorcha en la boca. Inocencio III ve a Domingo de Guzmán con una basílica inclinada sobre sus hombros; al día siguiente lo autoriza para fundar una orden sobre una de las reglas ya aprobadas, a pesar del IV Concilio de Letrán que prohíbe el nacimiento de nuevas órdenes. Domingo sueña que María Santísima intercede ante Jesucristo y garantiza la conversión del mundo con el trabajo de dos hombres, él mismo y Francisco de Asís, quien sueña lo mismo. Funda la orden de Predicadores Dominicos, sobre la Regla de san Agustín con la aprobación de Honorio III en 1216, y su misión es la de practicar una predicación completa, doctrinal y misionera. Al poco tiempo se establece en ocho provincias: España, Provenza, Francia, Lombardía, Roma, Alemania, Hungría e Inglaterra. Le corresponde el privilegio de repetir algunos de los milagros de Jesucristo, como el de multiplicar el pan y devolver la vida a tres muertos, uno de ellos descuartizado por un caballo que lo arrastró. Antes de morir, encarga su obra al cardenal Hugolino, que más tarde será el papa Gregorio IX, quien a su vez lo canoniza por la bula Fons sapientae en el año 1234.