Apóstol san Pedro (0100-0067) Religión
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Discípulo y apóstol de Jesús, Padre de la Iglesia. Jesús cambia su nombre semítico de Simón por el griego Pedro, que significa «Piedra». Junto a su hermano Andrés recibe las enseñanzas de Juan Bautista, antes de seguir a Jesús cuando el mismo Andrés lo lleva ante el Mesías. Está presente en las bodas de Caná, y después del episodio de la pesca milagrosa, cuando se confiesa pecador, recibe la bendición de Jesús, «No temas, en adelante vas a ser pescador de hombres» (Lc 5, 8-11). Recorre pueblos y caminos, difunde el Evangelio y realiza curaciones, misión que Jesús encomienda a todos los apóstoles. Distintos pasajes de la Biblia relatan que era un hombre resuelto y emotivo, franco y con capacidad de reacción en los momentos decisivos. Su temperamento empieza a ganar el aprecio de Jesús, quien lo prepara para asignarlo como vicario de su Iglesia, confiando en que su fe no decrezca y lleve a cabo su misión entre los semejantes. En la región de Cesarea de Filipo, Pedro consigue su investidura, después de una muestra de convicción en la naturaleza divina de Jesús, quien le responde: «Bienaventurado tú... porque no es la carne ni la sangre quien esto te ha revelado, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo te digo a ti que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré yo mi Iglesia...» (Mt 16,16). Después de la ascención de Jesús, Pedro se dedica a propagar los hechos y enseñanzas de su Maestro en su propia tierra, se traslada luego a Roma donde se propone evangelizar entre los gentiles, gracias a una visión en que Jesús le comunica que abrirá las puertas del cielo a todos ellos. Los primeros documentos de su ministerio están en ocho discursos que recoge el libro de los Hechos, escrito por san Lucas. Asimismo, se conocen dos epístolas donde plasma los dogmas fundamentales de la fe y algunas reflexiones sobre la moral del cristianismo. Sobre la segunda se tienen dudas acerca de su autenticidad, entre los círculos no católicos de la cristiandad. La jerarquía máxima de la Iglesia, concedida por Cristo a Pedro, se extiende hasta nuestra época en la figura de los papas, encargados de «conservar santamente y explicar con fidelidad la revelación transmitida por los apóstoles», según palabras del documento del Concilio Vaticano I, que se refiere a la proclamación del dogma de la infalibilidad de los pontífices, en cuanto a la garantía de la verdad en cuestiones de fe. Pedro muere crucificado en la colina del Vaticano, en tiempos de Nerón. En este lugar se asienta hoy la basílica de san Pedro. La comunidad cristiana dedica varias fiestas a recordar su obra, de la Cátedra, el 22 de febrero, de la Solemnidad, el 29 de junio, y de la Dedicación, el 18 de noviembre.