FRANCISCO ALBERTO CAAMAÑO DEÑO (1932-1973) Historia
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FRANCISCO ALBERTO CAAMAÑO DEÑO
Por: Lic. Francis Caamaño (hijo)
Símbolo de los más altos ideales, honesto, recto, poseedor de una gran sensibilidad humana y de vigoroso sentimiento; valiente, desprendido, sacrificado por los más nobles y altos principios de dignidad y patriotismo, nació en la ciudad de Santo Domingo, Capital de la República Dominicana, el 11 de Junio de 1932, en la casa que hoy aparece con el número 253-A de la calle Dr. Delgado, en Gazcue. Es el tercero de cinco hermanos, hijo del entonces Mayor del Ejército Nacional, Fausto E. Caamaño Medina y doña Enerolisa Deñó Chapman.
A la edad de cinco años, su familia ya comenzaba a recortarle el nombre y a llamarlo Francis, para esa época inició sus estudios en el colegio Luis Muñoz Rivera, más adelante en el colegio De la Salle.
En 1949 a los 17 años, pese a la enérgica oposición de su padre, inicia su carrera militar, ingresando a la Marina de Guerra, en la escuela de cadetes, la cual terminó en el año 1952, alcanzando el grado de Alférez de Fragata.
Dentro de la Marina de Guerra ocupó diferentes posiciones, como fueron:
-Agregado Naval Auxiliar de la Embajada Dominicana en Washington, sirviendo de edecán al Generalísimo Rafael Leonidas Trujillo en un viaje de tres meses por EEUU.
-Ayudante del comandante del primer Batallón de Infantería de Marina, en ese mismo año 1953, logró su primera medalla de Experto en tiro con fusil reglamentario.
Para ese año, pese a la desaprobación de sus padres, ya que él era de la élite trujillista y ella apenas la hija de una humilde trabajadora manual, comenzó sus relaciones amorosas con la que seis años más tarde se convertiría en su esposa hasta la hora de su muerte, la joven petromacorisana María Paula Acevedo Guzmán, cariñosamente Chichita, con quien procreó tres hijos, Alberto, Francis (siendo este el único en seguir los ideales de su padre, convirtiéndose en militar de carrera), y Paola.
Como una forma de alejarlo de su novia lo enviaron a participar en unos cursos de entrenamiento en desembarco anfibio que impartía el cuerpo de Infantería de Marina de los EEUU, en Coronado, California, aparentemente el único inconveniente era que para participar en esos cursos debía ser Jefe de Compañía, es decir Capitán, lo cual no fue obstáculo ya que mediante la Orden General No. 2-1954, del 15-3-54, el Alférez de Navío era ascendido a Teniente de Navío (Capitán) convirtiéndose así en el Capitán más joven de las Fuerzas Armadas Dominicanas a los 21 años de edad.
Terminado este curso en Coronado, pasaría a Quantico, Virginia, el mayor centro de entrenamiento de oficiales de la Infantería de Marina, para realizar otro entrenamiento, en el mismo lugar donde se entrenan también los agentes del FBI. Estos cursos fuera de la República Dominicana le permitieron conocer mejor el tipo de gobierno que imperaba en su país.
Concluidos los cursos y de regreso en su tierra sufre una gran frustración al darse cuenta que los conocimientos adquiridos no le servirían de mucho en su Patria. Por esta razón pasa a desempeñar funciones burocráticas, primero comandando la Sección Naval “D”, al mismo tiempo que es designado juez sustituto del Consejo de Guerra de la Marina. Dos meses y medio después es asignado a la Primera Compañía de Infantería de Marina. Para disipar el poco trabajo en este puesto, reanuda las prácticas de tiro, alcanzando en el año 1955 las medallas de experto en tiro con pistola reglamentaria (calibre 45) y de Certero en tiro con fusil.
De la Primera Compañía de Infantería de Marina pasa a comandar la Sección Naval “A”, y de ésta a la 5ta Compañía de Infantería de Marina, a sólo un mes de estar aquí es trasladado como jefe de la Compañía de Armas Auxiliares de la IM.
El 2 de Enero de 1959 es transferido de la Marina de Guerra al Ejército Nacional, siendo asignado al comando de una compañía estacionada en el penal de La Victoria, considerando esta designación como una ofensa para un militar de carrera.
Entre 1954 y 1960 realizó varios cursos de entrenamiento en Estados Unidos, Panamá y República Dominicana.
En 1960 fue trasladado a la Policía Nacional con el rango de Mayor, ya en el año 1962 es designado como Director de Adiestramiento de Tropas y Comandante de la Policía Contramotines (Cascos Blancos).
Al momento del Golpe de Estado del Gobierno del Profesor Juan Bosch, Caamaño ya había sido ascendido a Teniente Coronel.
En 1964, ocupando la comandancia de Radio Patrulla se une al grupo conspirativo iniciado por el coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, el cual tenía como objetivo la restauración del orden constitucional desaparecido con el derrocamiento del Gobierno del profesor Bosch, en septiembre de 1963.
En 1965, al estallar la Revolución del 24 de abril, Caamaño encabezó el movimiento inspirado en devolver al país el orden constitucional violado en 1963, primero frente a los militares golpistas y luego frente a la invasión norteamericana, convirtiéndose en el líder indiscutible de la Guerra de Abril. A raíz de estos acontecimientos el 3 de mayo de 1965, contando Caamaño con 33 años de edad, el Congreso Nacional lo elige y designa Presidente Constitucional de la República, tomando posesión de la presidencia el día 4, en el parque Independencia, posición que ocupó hasta el 3 de septiembre de ese mismo año, cuando presenta su renuncia en un acto masivo en la Fortaleza Ozama, tras la firma del Acta de Reconciliación Dominicana (Acto Institucional), entre él y Héctor García Godoy.
Durante el Gobierno del Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, se emitieron 4 Gacetas Oficiales, con 62 Decretos y 14 leyes. Entre ellas la Nro. 11 que convierte la antigua fortaleza Ozama en lugar público con el nombre de Plaza de la Constitución, y la Nro. 14 que denomina, “24 de Abril” la Avenida “George Washington”, contenidas dentro de la Gaceta Oficial Nro. 4.
Durante su Gobierno recibe cartas y comunicaciones internacionales, de felicitación y reconocimiento como Presidente de la República Dominicana y, a su actitud ante la intervención militar de Estados Unidos, donde demostró ser un hombre de valor, heroísmo, patriotismo, principios inquebrantables, y decidido a defender su Patria por encima de todo.
En 1966 es designado como agregado militar en Londres, Inglaterra, hacia donde parte con su esposa y sus dos hijos. A la salida del país se le dio una grandiosa despedida por parte del pueblo, así como un gran recibimiento a su llegada a Puerto Rico por los dominicanos residentes y puertorriqueños.
A su llegada a Londres, es recibido por la prensa internacional. Durante su permanencia en Inglaterra, ofreció una serie de ruedas de prensa donde denunció la intervención militar de los Estados Unidos a su país, y la ingerencia del gobierno americano en los asuntos internos de otras naciones.
Realizó una serie de viajes por Europa para hacer algunos contactos que finalmente lo llevan a Cuba, donde estuvo varios años entrenándose para cumplir con la promesa que le hizo al pueblo dominicano, de que se iba pero regresaría, para seguir luchando por su Patria.
Así lo hizo, y regresó con las armas en la mano junto a otros compañeros, desembarcando por Playa Caracoles el 4 de Febrero de 1973, iniciando la lucha guerrillera. El 16 de Febrero es herido y hecho prisionero, y más tarde asesinado.
Se le otorgó el nombre de “Avenida Presidente Francisco Alberto Caamaño Deñó” a lo que era la “Avenida del Puerto”. Es declarado por el Gobierno, Héroe Nacional de la República Dominicana el 11 de junio del año 1999, mediante Ley Nro: 58-99, algo que ya todo el pueblo dominicano había reconocido hacía mucho tiempo.
En un esfuerzo conjunto de la Sociedad Caamañista Interbacional y la Comisión Permanente de Efemérides Patria, el 11 de Junio de 2005 se inauguró en la Avenida Presidente Francisco Alberto Caamaño Deñó, frente al Puerto Don Diego, una Plaza que lleva su nombre.
En su vida personal, era un hombre dotado de unos valores y principios humanos y familiares, extraordinarios; hombre de detalles con su esposa a quien le regalaba flores todas las semanas, y con sus hijos a quienes les hacía juguetes y prendas de vestir con sus propias manos. En ningún momento dejó de darle cariño y amor a su familia, incluso durante la Revolución del 1965, sacó tiempo para jugar, hablar y dar lo que necesitaban sus dos niños.
Tuvo tres hijos, Alberto, Francis y Paola, a quienes quiso con lo más profundo de su corazón. Padre excelente capaz de comprender, ayudar, amar y castigar en el momento preciso y con la medida justa.
En sus cartas se reflejan sus sentimientos al escribirle a su esposa Chichita, el 13 de Julio de 1967, lo siguiente: “…Dile a los niños que recibí sus tarjetas…que me alegra mucho que siempre se acuerden de mí, yo también los llevo a ustedes dentro de mi ser…”
El 28 de Abril de 1967 le decía a su esposa en carta: “Mi adorada Chichi: Con verdadero placer he recibido tus cartas, en especial la que me traía la gran felicidad de ver a nuestra Paolita lo mismo que Alberto y Francito, y créeme que siento mucho que no me enviaras fotos tuyas…”
En las cartas a sus hijos Alberto y Francis también se refleja cómo los quería; el 23 de Abril de 1967 les decía: “…debo decirles que llegará el día en que podamos todos, su Mami, Paolita, Uds. Dos y yo, no sólo vivir juntos sino muy unidos y felices…”
En la carta de despedida a sus hijos en Enero de 1973 les dijo: “…Tengo como nunca presente los momentos que hemos pasado juntos y en especial los últimos que fueron los más largos y en común en los últimos años, me llevo estos recuerdos en lo más profundo de mis sentimientos, sé que los tendré presente constantemente…”
Hombre inteligente, honesto, decidido y capaz, de gran estatura de luchador, hasta el punto de dar lo más preciado y valioso, su vida.
Que su ejemplo como dominicano de gran estirpe, ser humano, así como su extraordinario aporte a la Patria, sirvan a esta generación de jóvenes y las venideras para que las guíe por el camino correcto, como dijo: “…Buscamos que todos puedan vivir en un futuro mejor. Luchamos por principios…”