Joaquín Torres García (1874-1949) Historia

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Pintor uruguayo. Pasó a España con su familia y pronto reveló su vocación artística; en 1891 realizó su primera pintura al óleo en Mataró. En la Academia de Bellas Artes conoció a Mir y Sunyer, que influyeron en su obra como más tarde influirían Puvis de Chavannes y Toulouse-Lautrec. En 1906 inició sus ensayos sobre murales al fresco que culminarían en los trabajos realizados para la iglesia de San Agustín y el palacio de la Generalidad en Barcelona, donde pintó el panneau La Catalunya eterna (1913). Visitó Bélgica (1910) e Italia, ampliando estudios y realizando exposiciones; para 1915 figuraba en la vanguardia de los movimientos artísticos, como puso de manifiesto con su pluma: Notes sobre art, El descubrimiento de sí mismo, Historia de mi vida, La ciudad sin nombre. De esta época son sus obras, pintadas en España, donde residía: Pastoral (1915), Feria (1917), Puerto de Barcelona (1918), Retrato de los hijos del artista (1919). Quejándose de incomprensión, aunque impulsado posiblemente por su inquieto espíritu, pasó en 1920 a Nueva York; saltó luego a la Toscana (1922), donde resucitó el neoclasicismo de sus primeras obras. En 1924 pintó Retrato de H. P. Se desplazó de nuevo a París (1926), donde en 1927 realizó Retrato de mujer y Barco. Allí permaneció hasta 1932 trabajando intensamente. Nuevamente de regreso en su patria, encaminó sus esfuerzos a crear o resucitar el arte autóctono. En 1944 publicó Universalismo constructivo y ese mismo año obtuvo el primer premio del Salón Nacional.

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