José Baquíjano y Carrillo (1751-1817) Economía y Política
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Político y escritor peruano. Se le considera precursor de la independencia de Perú. Abogado de la Universidad de San Marcos de Lima. Conoce a Jovellanos y Olavide en España; a su regreso defiende las ideas de independencia. En 1780 ocupa la cátedra de derecho. Representa el despertar de las ideas del país y es el primero que enseña derecho indígena. Sus ideas representan la faceta criolla de la rebeldía de los aborígenes, que aún se debate en Perú, tras la insurrección de Túpac Amaru. Oidor de la Audiencia y protector de San Carlos. Desde los comienzos de su vida política, iniciada en 1812, busca la igualdad de derechos de criollos y españoles.
2 Un visitante nos comenta Baquíjano de Beascoa y Carrillo, José Javier Leandro (1751-1817). Político y escritor peruano, tercer conde de Vista Florida, nacido en Lima el 3 de marzo de 1751 y muerto en Sevilla el 24 de enero de 1817, que fue una de las figuras de letras más relevantes de la Ilustración, y está considerado el precursor de la Independencia del Perú.
Vida
Era hijo de Juan Bautista de Baquíjano y Urigüen, primer conde de Vista Florida, natural de Yurreta (Vizcaya), y de María Ignacia Carrillo de Córdoba y Garcés de Marcilla, nacida en Lima. Estudió primero en el Colegio de jesuitas de San Martín y luego en el seminario de Santo Toribio. En 1765 se gradúa de bachiller en cánones y, ese mismo año, de licenciado y doctor; muy pronto regentó una clase en Santo Toribio, y en 1769 se licenció en leyes.
En 1771, cuando Agustín de Gorrichátegui fue nombrado obispo de Cuzco, se lo llevó de secretario, para tomar parte en el VI Concilio provincial de Lima (1772). A finales de este año hizo una breve visita a Cuzco. En 1773 fue nombrado asesor del Cabildo y del Consulado y comenzó a preparar su viaje a Europa; con todo, antes de embarcar, extendió un poder para testar. En Sevilla trató a Olavide y en Madrid se puso en contacto con Grimaldi, Floridablanca y Campomanes. Regresó al Perú a mediados de 1777.
En 1778 fue regente de la cátedra de Instituta en San Marcos de Lima y protector interino de indios; al año siguiente era fiscal interino del crimen de la Audiencia de Lima y censor laico en ocasiones.
Su labor literaria comenzó con el Elogio del Excmo. Sr. D. Agustín de Jáuregui y Aldecoa, caballero de la Orden de Santiago, teniente general de los reales ejércitos, virrey, gobernador y capitán general de los reinos del Perú (Lima, 1781) que, apenas aparecido, fue mandado retirar y destruir por el Consejo de Indias, por su espíritu moderno y enciclopedista, y porque no se recataba de citar a Montesquieu, Linguet y Raynal, aunque al parecer en la forma literaria no estuvo muy afortunado.