Mark Cuban (0000-0000) Cine y Televisión
1 Un visitante nos comenta Nacido en 1959 en el seno de una familia de clase media trabajadora en las afueras de Pittsburgh (Pennsilvannia), Mark Cuban ha conseguido ser conocido mundialmente como el más polémico y extravagante de los propietarios de una franquicia en la NBA. Más aún, ha conseguido ser el propietario más conocido de la liga debido a sus extravagancias y polémicas.
Pero comencemos por el principio, y es que la estrecha relación que une a Mark Cuban, los negocios y el dinero comienza de muy temprano. Ya de pequeño engañaba a sus amigos para vender caramelos a domicilio después de volver del colegio, y mientras él se quedaba con las ganancias, sus amigos apenas recibían un par de caramelos como pago. Esto que podrían ser chiquillerías de un niño de 12 años, con el tiempo pasó a tornar la mente de Cuban en una mente privilegiada para los negocios.
Durante su adolescencia comenzó a coleccionar sellos y monedas, colección que vendía pasados unos meses a otras personas que querían comenzar una colección, para luego volver a comenzar otra colección pero consiguiendo los sellos a un precio menor del que los había vendido. Repitiendo varias veces esta táctica consiguió pagarse sus ocios y vicios durante un tiempo. Ya con 16 años, el periódico local de Pittsburgh dejó de publicarse debido a una huelga a lo cual la mente de negocios de Cuban respondió con una genial idea. Los domingos, él y un amigo cogían los coches hasta Cleveland (250 km) conseguían la mayor cantidad de ejemplares del Plain Observer que podían meter entre el maletero y los asientos de sus coches y volvían a Pittsburgh donde la gente literalmente les quitaba los periódicos de las manos, más aún cuando los vendían más baratos que su precio, y es que en verdad no los compraban sino que abrían la máquina expendedora y cogían todos los ejemplares que hubieran, pagando solo por uno.
Mientras tanto, Cuban seguía sus estudios y practicaba mucho deporte. Era el mejor jugador del instituto tanto en el equipo de baloncesto como en el de fútbol americano y en los estudios no estaba a la zaga, y es que le fue concedida la posibilidad de ir a clase a la universidad (Pittsburgh University) en vez de en el instituto durante el que debería haber sido su último año. Este año en un ambiente diferente le abrió los ojos y le hizo mayor, aún más de lo que ya demostraba ser respecto a la gente de su edad. Cuando acabó el curso y tuvo que buscar una Universidad donde cursar sus estudios, se decidió por una donde pudiera compatibilizar sus grandes aficiones. Eligió Indiana University (IU) por ser la mejor-más barata para conseguir su carrera en Económicas (dinero).
Allí disfrutó de los Hoosiers, el equipo de baloncesto dirigido por Bobby Knight que le fascinó y donde pudo ver en acción a jugadores como Isiah Thomas o Randy Wittman (deporte) y la fiesta, pues IU era considerada como la segunda universidad con más fiesta, marcha y desfase de todo Estados Unidos.
Como hemos dicho la idea de Cuban era ganar dinero y ahorrar para tener mucho. Con esta consigna se pagó sus estudios por diversos métodos, desde una carta en cadena por la cual cada persona que recibía la carta mandaba dinero a quien se la había enviado y remandaba la carta, hasta regentar un pub en Bloomington aún no teniendo la edad legal para beber.
Aquí llegamos a un punto oscuro en su vida, pues cuando mejor estaba funcionando el local llegaron las partes duras. Una noche decidieron montar una fiesta en la cual hubiera un concurso de Miss Camiseta Mojada, intentando así arañar unos dólares más. El propio Mark revisó los documentos de identidad para que solo entraran mayores de edad y solo se sirviera alcohol a quienes pudieran beberlo por ley. Sin embargo, una chica de 16 años consiguió saltarse el control y no solo bebió alcohol, sino que además participó en el concurso. Las instituciones entraron en liza y no solo acusaron a los dueños por el hecho de servir alcohol a menores, sino que también lo hicieron por corrupción y prostitución de menores. Al final se saldó con una multa y cierre del local, y aunque consiguieron amasar una buen suma de dinero, Cuban conoció el lado amargo del fracaso de los negocios y una vez acabado su periplo universitario y tras un breve paso por la banca en su Pittsburgh natal, decidió cambiar su punto de mira hacia otro lado.
Se trasladó a Dallas, donde convivía en un apartamento de estudiantes con otros 5 compañeros y al cabo de poco tiempo consiguió un trabajo de vendedor en una tienda de informática. Este hecho cambió su vida para siempre, pues su afán emprendedor hizo que no solo vendiera los ordenadores, sino que decidió convertirse en un autodidacta y empezó a manejar ordenadores con la intención de aprender lo máximo que pudiera. Tanto fue su afán por aprender que llegó a ser despedido por quedarse hasta tarde en la tienda.
Era 1983 y la primera idea que le viene a la cabeza es la de llamar a un antiguo cliente de la tienda, representante a su vez de una empresa y ofrecerle un negocio. Meses después, Mark Cuban y Martin Woodal crearon MicroSolutions, una empresa que durante 7 años se llevó todos los esfuerzos de estas dos personas, y donde Mark comienza a sentar las bases de su actual descaro público. En el intento de vender sus productos daba pequeñas conferencias a posibles compradores, una audiencia que se ganaba a base de chistes y frases ingeniosas basadas más en su persona que con datos técnicos. Llegado 1990 y con unos astronómicos beneficios, la empresa es vendida a otra mayor (CompuServe). Mark tiene 31 años y ya se le puede considerar millonario.
Una vez cumplido uno de sus sueños, Mark quiere cumplir otro, quiere ser famoso. Para ello se muda a Los Angeles tras pasar un par de años sabáticos viajando por el mundo y empieza a trabajar en películas de serie B. Como era de esperar su carrera como actor no fructifica, razón por la cual vuelve a Dallas y es allí donde Todd Wagner le ofrece participar en lo que va a ser el negocio de su vida. Iba a seguir relacionado con la informática, pero esta vez desde un punto de vista revolucionario y visionario.
Montaron una web www.audionet.com donde empezaron a retransmitir en directo partidos de diversos deportes que emitían distintas cadenas de radio a lo largo de todo el país, empezando por las cadenas locales de Texas. La cosa no empezó bien y literalmente la paga de los empleados era comida en algún local de comida rápida cercano a la sede. Cuando peor estaban las cosas Mark sacó a relucir la personalidad, y se ganó a los empleados con una predicción: o el negocio se iba a pique en apenas unos meses, o en 5 años iban a ser todos inmensamente ricos. Y acertó. Apenas pasado un lapso de tiempo la empresa empezó a crecer, cerca de 380 emisoras de radio, y más de 40 televisiones (siendo los primeros en emitir televisión por la red). Llegó el momento de sacar los beneficios saliendo a bolsa. Para ello se cambio el nombre de la empresa a www.broadcast.com y tras una agresiva campaña captando compradores por América y Europa, salieron a concurso en Wall Street dos millones y medio de acciones de la empresa a $18 la acción. Una vez cerrado el mercado el primer día, estas se revalorizaron hasta $62.75 la acción. Ya no eran ricos, ni siquiera eran inmensamente ricos. Y menos aún lo fueron después de vender la compañía a Yahoo!.
A partir de este momento la historia empieza a ser más conocida al público. Tras intentar comprar el equipo de la NHL de su ciudad natal y ser rechazado, compró los Mavericks a Ross Perot Jr., cerrando su ciclo vital, pues ya era milmillonario, ya era famoso y ya era dueño de una franquicia deportiva.
Conocidas son sus críticas a todo el mundo, desde árbitros a jugadores y equipos contrarios, pero quizá la más interesante fue cuando declaró que dirigir el comité de árbitros era más fácil que dirigir una heladería y aún así lo hacían mal. David Stern, indignado le multó con medio millón de dólares, a lo que Cuban respondió donando otro medio millón a obras benéficas y trabajando un día en Dairy Queen (franquicia de heladerías que se había sentido herida con las declaraciones). Al final se salió con la suya, ya que no solo no perdió un millón de dólares, sino que lo ganó de vuelta con creces haciéndose más famoso aún.
Y es que desde pequeño Mark Cuban tenía un plan: Amasar la mayor fortuna posible.
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