Mercedes Carreño (0000-0000) Cine y Televisión
1 Un visitante nos comenta BIOGRAFÍA DE Meche Carreño:
Modelo, actriz, productora y argumentista de cine. María de las Mercedes Carreño Nava, nació en Minatitlán, Veracruz, el 15 de septiembre de 1947. A los cuatro años se trasladó con su familia a la Ciudad de México. Estudió Arte Dramático en el Instituto de Andrés Soler. Como estudiante participó en diversas obras teatrales realizando pequeñas giras con las mismas. Posteriormente trabajó como bailarina en diversos centros nocturnos. A principio de los años sesenta inició su carrera como modelo de diversas tiendas departamentales y modeló el monokini, lo que le dio gran publicidad y le abrió las puertas del teatro y luego del cine. El hombre y su máscara con Carlos Ancira, fue una de las primeras obras de teatro en las que participó profesionalmente. En 1970 actuó en la comedia musical Casi Lolita de Alfonso del Paso, bajo la dirección de Miguel Córcega. (Meche Carreño. Cinelandia. No. 300, 27 de marzo de 1971. P. 14)
Se inició como actriz de cine en 1964, con un papel secundario en el filme El pícaro de Alberto Mariscal; un año después tuvo su segunda aparición como actriz secundaria en la cinta Barón Brákola (Dir. José Díaz Morales, 1965). Al poco tiempo se casó con el fotógrafo y productor José Lorenzo Zakani, quien se propuso lanzarla como primera actriz; para lo que creó la productora cinematográfica Uranio Films, en la que ambos participaban como productores.
De esta forma en 1966, Mercedes Carreño hizo su debut como actriz protagónica, argumentista y productora en la cinta Damiana y los hombres, dirigida por Julio Bracho. Siguió su participación en No hay cruces en el mar, dirigida por Julián Soler basada en otro argumento suyo. Esta cinta también fue producida por Uranio Films.
Durante esta época, actuó además en las películas Andante (Dir. Julio Bracho, 1967), con locaciones en diversas ciudades de Europa; La sangre enemiga (Dir. Rogelio A. González, 1969) y La inocente (Dir. Rogelio A. González, 1970).
Después se trasladó a Inglaterra donde estudió Arte Dramático. A su regreso a México reinició su carrera como actriz y logró importantes reconocimientos por sus actuaciones en filmes como: La Choca (Dir. Emilio Indio Fernández, 1973), por la que obtuvo en 1975 el Ariel a la Mejor Coactuación Femenina; La otra virginidad (Dir. Juan Manuel Torres, 1974); La vida cambia (Dir. Juan Manuel Torres, 1975); El mar (Dir. Juan Manuel Torres, 1976) y La mujer perfecta (Dir. Juan Manuel Torres, 1977), de estas películas el realizador era su esposo. A partir de 1979 radicó en Estados Unidos en donde participó como actriz en la obra de teatro Doña Rosita la soltera y realizó la película en video Dios nunca muere, que ella escribió y su hijo José Zakany dirigió. En 1980 actuó en la película mexicana El noa noa 2 (Dir. Gonzalo Martínez Ortega) y en 1986 volvió a radicar una temporada en México, durante este tiempo participó en la obra teatral Don Juan Tenorio. En 1988 actuó en las cintas nacionales Durazo. La verdadera historia (Dir. Gilberto de Anda) y El día de las sirvientas (Dir. René Cardona III
Publicado el 10-20-2006
Desabrido "homenaje" rinden a la actriz Meche Carreño en el FICM.
Ninguna autoridad asiste a la ceremonia que ella sola condujo. Por Juan Carlos Castellanos. Enviado Morelia, Mich., 20 Oct (Notimex).- A fin de cuentas, fue un acto que los organizadores del cuarto Festival Internacional de Cine de Morelia se sacaron de la manga, por eso a nadie extrañó la sala semidesierta, la ausencia de autoridades, ni que solita, frente a un puñado de cinéfilos, Meche Carreño condujera su propio "homenaje". Aunque conocida principalmente por su belleza física, expuesta en el cine mexicano de los años 60, Carreño fue también modelo y actualmente se mantiene como productora y argumentista, además de que estudia animación, dirección y edición. Aunque desconocida para las nuevas generaciones, su huella en la industria es indeleble. El primer inconveniente que ella misma percibió cuando a la carrera se le avisó que sería homenajeada, fue el horario: 22:30 de la noche de ayer jueves. Luego, con la misma prisa, se consiguió una copia de la película "Damiana y los hombres", escrita y producida por Carreño, y dirigida por Julio Bracho en 1966. Poco después de la hora pactada, Meche llegó acompañada de un joven cineasta mexicano, quien inscribió un cortometraje en la competencia respectiva. El la presentó con un breve y sencillo discurso, rico en lisonjas y lugares comunes. "Estamos ante una actriz ejemplar, un ser humano valioso, todos la queremos", y así por el estilo durante no más de tres minutos, pues el tierno cineasta es hombre de imágenes, no de ideas y mucho menos de palabras. Vestida a la usanza tradicional de las indígenas mexicanas, ella resaltó con su atuendo el folclor patrio que lleva en el rostro. Meche anunció que en seguida se proyectaría "Damiana y los hombres" y contó varias anécdotas al respecto, no sin antes narrar lo más destacado de su hoja de vida. Por eso los asistentes supieron que la primera luz la vio en Minatitlán, Veracruz, el 15 de septiembre de 1947, y que se llama María de las Mercedes Carreño Nava. Recordó que desde niña, a los cuatro o cinco años, viajó con su familia a la capital del país, donde años más tarde ingresó a la carrera de Arte Dramático en el instituto de don Andrés Soler. Celebró mencionar que en sus años de juventud trabajó como bailarina en algunos centros nocturnos, algunos de gran postín y otros no tanto. Ahí, de pie abajo y al ..
centro de la pantalla del cine donde tuvo lugar el acto, su de por sí pequeña y frágil figura parecía aún más débil; de mírame y no me toques. Su acompañante sólo asentía con la cabeza sin borrar un segundo su sonrisa que llamó hilarantemente la atención del público que examinaba la escena. Luego vino a su mente el recuerdo de que ella fue la precursora del modelaje con monokini, desinhibido empleo que le dio enorme publicidad y le abrió las puertas del teatro y luego del cine. "El hombre y su máscara", con Carlos Ancira, informó, fue una de las primeras obras de teatro en las que participó profesionalmente.Los datos biográficos se sucedieron uno tras otro durante un buen rato y recordó los 300 pesos, "de aquellos, de los que sí valían", que le pagaron por posar para una revista famosa en esa época. Llegó el año 1964 y con él la oportunidad de hacer un papel secundario en la película "El pícaro", de Alberto Mariscal."Después hice otro rol secundario en `Barón Brákola", pero me casé con el fotógrafo y productor José Lorenzo Zakani quien, como me quería mucho, me lanzó como primera actriz". Lo cierto es que para lograrlo, marido y mujer invirtieron sus ahorros para crear la empresa fílmica Uranio Films, en la que ambos participaban como productores. De esta forma, en 1966, Carreño hizo su debut como actriz protagónica, argumentista y productora en "Damiana y los hombres", dirigida por Julio Bracho, a la que siguió su participación en "No hay cruces en el mar", también fue producida por Uranio Films. Su rostro, de enormes ojos negros y boca súper espaciosa, enmarcado en una cabellera abundante y oscurecida, se iluminó cuando recordó algunas actuaciones que le dieron lustre a su fama de actriz sin prejuicios, como "Andante", en 1967; "La sangre enemiga", en 1969, y "La inocente", en 1970. Evocó sus viajes internacionales, a la gente importante de esos años que conoció por cuestiones de trabajo o en reuniones sociales, y su estancia en Inglaterra, donde estudió arte dramático. "Cuando regresé a México me esperaba el gran despegue de mi carrera", dijo, refiriéndose a "La Choca", que en 1975 le dio un Ariel y fama lúdica. Inseguridad, contaminación ambiental, constantes devaluaciones y otros problemas endémicos del país la obligaron en 1979 a radicar en Estados Unidos, donde hasta la fecha vive, trabaja y estudia. En 1986 volvió una temporada a México para tomar parte en la obra teatral "Don Juan Tenorio" y dos o tres películas.Pero regresó a la Unión Americana, donde hasta la fecha vive cómoda y desahogadamente, alejada del bullicio de México capital y su catálogo de problemas. Por fin corrió la película, "Damiana y los hombres", donde alternó con Jaime Fernández, Andrés Soler y otros primeros actores como Lucía Guilmain. Sigue.Desabrido "homenaje". tres. Guilmain Al terminar la proyección y encenderse las luces, el público se había reducido a la mitad. Apareció de nueva cuenta la veterana actriz para ofrecer: "¨Alguien me quiere preguntar algo sobre la película o saber algo más mí?". Alguno por ahí y cualquiera por allá, preguntaron alguna simpleza que la "homenajeada" atentamente respondió.Meche Carreño salió de la sala acompañada por algunas personas quienes, en el pórtico del cine, se despidieron de beso en la mejilla. La actriz volteó a la izquierda y luego a la derecha, miró al cielo y de su homenaje por parte del cuarto Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), sólo le quedó la garganta seca de tanto hablar de sus recuerdos, de su vida.
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