Santos Degollado (1811-1861) Economía y Política
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Sus padres militaron en filas insurgentes, por lo que fueron confiscados todos los bienes por el poder virreinal. Quedó huérfano a temprana edad, y un tío suyo lo recogió y lo dejó interno en el Colegio Militar de Ciudad de México. En 1928 se trasladó a Morelia, donde entró a trabajar como escribiente de notario y posteriormente como escribiente en la Haceduría de la Catedral. Mantuvo ese empleo durante 20 años, sin perder ninguna ocasión para ampliar su cultura y estudiar idiomas. En 1846 es nombrado secretario de la Junta Directiva del Fomento de Artesanos. Fue nombrado secretario del Colegio de San Nicolás por el gobernador de Michoacán Melchor Ocampo, donde se distinguió por su habilidad como organizador. Participando en la lucha contra el general Santa-Anna, llegó al generalato subiendo todos los escalones por méritos propios. Como diputado por un distrito de Michoacán, asistió al Congreso Constituyente de 1856-1857, con el que culminó la revolución de Ayutla. Fue gobernador electo de su Estado en julio de 1857, año en que tiene lugar la rebelión de los generales conservadores Osollo y Miramón contra la Constitución del 57; este hecho lo impulsa a luchar contra Benito Juárez, quien en marzo de 1858 lo nombra ministro de Guerra y Marina y general del Ejército Federal. Buen preparador y organizador del ejército, la suerte le fue adversa en la mayor parte de las batallas en las que participó, cosa que nunca hizo decrecer su extraordinaria perseverancia. Peleó en Atenquique, Guadalajara, Cuevas de Techaluta, la hacienda del Colorado y Tacubaya, siempre con resultados desafortunados. Pero el ejército norteño, preparado por él y dirigido por González Ortega, fue el que llevó el triunfo a los federalistas y liberales. González Ortega, llamado general de las victorias, reconoció el mérito de Degollado, y cuando las tropas vencedoras entraron en la ciudad de México, cedió a Degollado el puesto al frente de ellas. Emprendió, sin autorización del presidente Juárez, unas negociaciones en pro de la pacificación del país con el encargado de negocios de Inglaterra, George W. Mathew; este acto de indisciplina le valió ser destituido. Se le estaba efectuando proceso cuando llegó la noticia del fusilamiento de Melchor Ocampo. Degollado solicitó entonces a la Cámara de los Diputados la autorización para combatir a los conservadores. Al poco tiempo de salir de la ciudad de México, al frente de una columna de soldados, cayó prisionero en una emboscada y fue ejecutado poco tiempo después.