Pedro Figari (1861-1938) Arte
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Pintor uruguayo, de padres italianos, comienza a pintar a la edad de 51 años; antes era abogado. En 1921 se inicia su verdadera producción. Se instala en Buenos Aires, y en 1925 se traslada a París. Hace diversas exposiciones en Buenos Aires y expone en la Galería Druet de París. La primera época de su pintura es de directa observación de la naturaleza. Figari se apoya para su pintura en los grupos étnicos originarios, en los negros esclavos de la colonia y en los grupos humanos más modestos. Expresa en la obra un rechazo por la mediocridad burguesa y por el subdesarrollo fomentado por los grupos de poder. En 1934 pinta su famoso cuadro de los negros, los condombes y los entierros. Su pintura está situada en el plano puramente emocional, traduce la emoción con el color y con las impresiones y titubeos de la forma. Las figuras parece que se mueven en sueños, tratando de rescatar la imagen perdida. El tiempo es mítico, tiene un movimiento circular de eterno retorno. La luna llega a ser una presencia constante en su pintura, es el punto de partida de la construcción del espacio plástico. Los gestos en sus personajes son tratados con simpatía; su trazo es fuerte, imponente y el manejo del color es cálido y suave. Los rostros están siempre de perfil. Figari es un admirador de Gauguin, recurre siempre al color excitante y tonal. La figura es independiente, tiene su propia identidad cromática. En la pintura de Figari todo está en ebullición, cielo, árboles y tierra. Crea la dinámica del movimiento. Entre sus obras destacan Boda de pobre, Bajando el muerto, Condombe, Autorretrato, Arreglando la novia, El pésame, Caza y Vigilancia. Funda la sociedad de amigos del arte de Buenos Aires en 1924.