Hans Holbein (1497-1543) Arte

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Es en Basilea donde se forman su espíritu y su arte. En aquella ciudad suiza vivía Erasmo, de quien hace varios retratos (1523). Marca el fin de la época de oro de la pintura alemana. Recibe encargos de pinturas para el consejo municipal y varias personalidades de la ciudad, pinturas que en su mayoría han desaparecido. De éstas tan sólo se conservan la Predella, con Cristo en el sepulcro, de un retablo de la Pasión, conocido como su obra maestra. Se traslada a Londres en 1526, recomendado a Tomás Moro. A esta etapa corresponde Jorge Gizé (1532, Museo del Louvre) sentado, con gran lujo de detalles, y un retrato ya desaparecido de Moro y su familia. Poco a poco se gana el interés de la corte, hasta que llega a pintar el retrato de Enrique VIII (1536, Lugano) y los de algunas de sus esposas, Juana Seymour (Museo Viena), Ana de Cleves (Louvre) además de El Príncipe de Gales (1540, Museo Washington). Sin duda, en ellos logra infundir la personalidad de los personajes. Su obra cumbre es el retrato de Jean de Denteville y George de Selve (National Gallery).

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