Buster Keaton (1895-1966) Deportes y Espectáculos
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Actor y comediante estadounidense, su verdadero nombre es Joseph Francis Keaton. Alcanza gran fama en el cine mudo al crear un personaje impasible ante lo que pueda suceder, acróbata, payaso y mimo, representa el triunfo de la situación cómica opuesta a la comicidad de las palabras, razón por la cual su carrera terminó con el cine sonoro. Recrea el tema de la relación hombre-máquina y filma Las tres edades (1923), La ley de la hospitalidad (1923), El moderno Sherlock Holmes (1924), El navegante (1924), Siete ocasiones (1925), El rey de los cowboys (1925), El boxeador (1926), y E maquinista de la General (1926). En adelante, sus películas son sonoras. Aunque la voz de Buster es apropiada para el cine cómico sonoro, su humor sobre todo visual con un agudo sentido del ritmo no es compatible con las películas de ese momento que no requerían estas características. Las cintas que Keaton realiza como estrella y después como coestrella del vulgar cómico Jimmy Durante, obtienen muchas más ganancias que sus clásicas mudas. Humillado en la Metro Goldwyn Mayer, Keaton se hunde en el alcoholismo y no puede seguir filmando. En 1933 la Metro cancela su contrato por sus frecuentes ausencias del trabajo. Sale de vez en cuando del estupor alcohólico y hace algunos cortometrajes para la Educational Films, entre 1934 y 1937 o vuelve al escenario del vaudeville. Entre 1937 y 1949 la Metro Goldwyn Mayer lo contrata como guionista de los hermanos Marx y otros cómicos. Desde 1940, aparece en más de treinta películas, casi siempre en papeles secundarios. La calidad de su trabajo varía entre grandes logros como El crepúsculo de los dioses (1950), de Billy Wilder y las películas clase B de los años 60. Según dicen los que colaboraron en la filmación de Candilejas (1952), de Chaplin, el trabajo realizado por Keaton como el viejo payaso es brillante, pero Chaplin decide cortar casi todo el montaje de estas tomas para la versión final del filme. Sus últimas apariciones en cine son El mundo está loco, loco, loco (1963) y en Golfus de Roma (1966), de Richard Lester.
