Labiografia.com Moisés (0000-0000) Religión
1 Un visitante nos comenta
Profeta, libertador y organizador del pueblo hebreo, hijo de Amram y Jocabed, de la tribu de Leví. Nace en la época en que un nuevo faraón que desconoce a José dicta una ley según la cual deben ser sacrificados todos los niños varones israelitas, preocupado por su numerosa prole y el poder que obtienen. Meses después de su nacimiento, su madre lo oculta en una cesta de papiro que deja en las aguas del Nilo, de donde lo rescata la hija del faraón, quien lo toma a su cuidado y le da por nombre Moisés, que quiere decir «De las aguas lo saqué» o «Salvado de las aguas». Dios lo prepara para salvar, contra su voluntad, a su pueblo. Con su figura se entiende el nacimiento de Israel como nación, que se consolida basándose en una nueva conciencia religiosa y nacional que no se advierte antes en las anárquicas tribus descendientes de Jacob. Durante sus primeros años de vida, observa la restricción de los derechos de los judíos y su degradación a la esclavitud. Moisés comienza a mostrar predilección por su pueblo y en varias ocasiones llega a matar egipcios, debido a su agresión contra los miembros de las tribus hebreas. Estos hechos son mal vistos por sus propios hermanos de sangre y se ve obligado a huir al desierto de Madián, donde obtiene la protección del sacerdote Jetró. Contrae matrimonio con Séfora, hija de Jetró, que le da dos hijos. Yahvé se le revela mientras trabaja como pastor para su suegro y lo designa como libertador de su pueblo, misión que en un principio recibe con reserva, pues se siente torpe de palabras e inferior a su designio. Yahvé le promete su auxilio y ordena que lo ayude su hermano Aarón. Regresa a Egipto, muestra a su pueblo las intenciones de Dios y pide al faraón su liberación hacia las tierras de Canaán. La objeción de éste ocasiona las diez plagas de Egipto, la última de las cuales es la muerte de todos los primogénitos egipcios y da paso a la liberación de Israel. La travesía de las tribus guiadas por Moisés, a través del golfo del Suez para llegar al desierto del Sinaí, demora 49 días. Allí honra a su Dios en el monte sagrado y recibe de éste las Tablas de la ley. Comienza el largo peregrinaje a través del desierto, que se extiende por 40 años. Durante este tiempo, los israelitas se alejan de Dios en varias ocasiones y en otras tantas regresa para adorarle, pero Yahvé permanece como su guía y su protector, aunque las tribus deben soportar el asedio de diferentes pueblos. La caravana marcha por el desierto del Sinaí, por la ruta de Cades Barnea, en el extremo meridional de Palestina, donde se instala. Desde allí, Moisés intenta llevar a su pueblo a Palestina por el sur pero encuentra obstáculos en su camino y decide cruzar la región del Arabá, ganando la meseta transjordana, para entrar a Palestina a través de los llanos de Moab, por las inmediaciones de Jericó. El extenuante viaje ocasiona varias conspiraciones, por lo que, según la tradición, dicha generación de israelitas no logra ver con sus propios ojos la tierra prometida. Moisés, quien tiene también en cierto momento desconfianza hacia Dios, no puede habitar en ella y sólo la puede mirar desde la cumbre del monte Nebo. Estos episodios se narran en el Exodo, segundo libro de la Biblia. Moisés muere en Transjordania a la edad de 120 años.