Gabriel Vázquez o Vásquez (1549-1604) Historia
1 Un visitante nos comenta Teólogo español. Jesuita en 1569, fue profesor en Madrid y Alcalá y reemplazó en Roma a Suárez, con quien tuvo célebres polémicas (1585). De regreso a Alcalá, escribió sus tratados teológicos, en los que defendió el probabilismo y en los que, en colaboración con otros teólogos de su orden, formuló el congruismo. Su obra fue recopilada en diez tomos (1598-1617).
2 Un visitante nos comenta GABRIEL VÁZQUEZ. Belmonte (Cuenca) (1549) - Alcalá de Henares (1604). Junto con Melchor CANO, Fray Luis de LEÓN y Luis de MOLlNA, figura entre las per¬sonalidades más destacadas que la provincia de Cuenca dio a las cien¬cias sagradas. Inició sus estudios en el colegio que la Compañía de Jesús tenía en Belmonte, y de allí pasó a Alcalá de Henares, donde se hizo jesuita en 1569; completó su forma¬ción en esta ciudad (en la que fue discípulo de Alfonso Deza) y en otras como Toledo y Sigüenza, y desde 1572 explicó filosofía aristotélica. Entre 1575 y 1577 enseñó Moral en Ocaña, y los dos años siguientes los pasó en Madrid como profesor de Teología; se instaló luego nuevamen¬te en Alcalá, y en 1585 fue llamado a Roma para sustituir al P. Suárez. Su estancia en la Ciudad Eterna se pro¬longó por espacio de seis años, durante los cuales alcanzó fama como teólogo de gran sabiduría y profunda erudición. Cuando regresó a España, mantuvo controversias con el mencionado Suárez y con otros jesuitas como los PP. Toledo y Belarmino; algunas de sus teorías fueron condenadas por el Papa Clemente VIII, por lo que Vázquez hubo de retractarse para poder seguir enseñando. En 1602 pasó mes y. medio en las cárceles de la Inquisición por mantener que no era de fe el hecho de que el Papa fuera sucesor de San Pedro. Dentro del marco general de la escolástica, Gabriel Vázquez figura con Suárez¬ al frente de los teólogos jesuitas, y en su doctrina los comentaristas han destacado la universalidad de conoci¬mientos filosóficos, teológicos, mora-les y bíblicos, la fuerza de la argu¬mentación y la fidelidad a la tradición; algunos lo han llamado el Agustín español por su gran conocimiento de San Agustín. Entre sus numerosos escritos pueden destacarse, sobre todo, los Commentarii et disputatio¬nes sobre santo Tomás (una volumi¬nosa obra publicada en varias partes) y las Disputationes metaphysicas,.quizá su tratado filosófico más importante, que fue editado algunos años después de la muerte
