Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1599-1660) Arte
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Pintor español considerado como una de las más destacadas glorias universales de la pintura. De origen portugués, escoge el apellido materno para su vida artística. Inicia sus estudios con Francisco Herrera el Viejo, pero por muy poco tiempo, para continuarlos con Pacheco quien sabe orientarlo dándose cuenta de su genialidad. De esta época juvenil son sus bodegones La vieja friendo huevos (Museo de Edimburgo) y el Aguador de Sevilla (1620). Decide viajar a Madrid para ponerse en contacto con la corte del rey Felipe IV. Con el retrato que hace para el monarca logra su primer gran triunfo que lo lleva al nombramiento de pintor de cámara por el rey, quien lo protege y hospeda en su palacio. En 1629 viaja a Italia donde permanece dos años, visitando numerosas ciudades italianas. Regresa a Madrid donde colabora en la decoración del palacio del Buen Retiro. En 1646 visita nuevamente Italia y pinta el retrato del papa Inocencio X (Galería del palacio de Doria). Visita a Ribera y a otros artistas famosos. Ya en Madrid (1651), asume el cargo de aposentador de palacio. En 1658 recibe el hábito de Santiago, mención que nunca antes había recibido ningún artista. A través de su inmensa trayectoria artística se destaca por la composición y contraste violento que hace de la luz con las sombras y, lo más importante, la visión que tiene para jugar con el espacio, técnica que no conseguirá artista alguno en la historia de la pintura. Su técnica se destaca en Las Meninas (1626, Museo del Prado), obra maestra y cumbre de la pintura de todos los tiempos, en la cual el pintor es protagonista y creador. En todos sus cuadros, Velázquez no abandona jamás la búsqueda por la verdad individual del personaje y del objeto. Su obra es muy extensa y rica en naturalismo y realismo luminoso. Breda o las lanzas (1635, Museo del Prado), por ejemplo, se considera el mejor cuadro de la historia de la pintura europea. También están Los borrachos, La fragua de Vulcano, y sus famosos lienzos de enanos y bufones como El primo y Calabacillas. Establecido definitivamente en Madrid continúa su trabajo y pinta Las hilanderas o La fábula de Aregne (1657, Museo del Prado), tema mitológico de composición barroca donde vierte la luz sobre las formas. Realiza los retratos de Juan de Pareja, la Infanta Margarita (Museo del Prado), la Infanta María Teresa y de la Reina Mariana. El único desnudo que se le conoce es Venus en el espejo (National Gallery, Londres). En el retrato ecuestre del príncipe Baltazar Carlos, presenta una composición de pleno dominio luminoso. En el Autorretrato (1623), imprime técnicas futuristas como son el dibujo y el desdibujo. Entre sus cuadros religiosos figuran, Adoración de los Reyes magos (1619, Museo del Prado), Cristo en casa de Marta (1620, Museo de Londres) y Cena de Emaús (Museo Metropolitano, Nueva York).
