Edmundo Barbero (0000-0000) Cine y Televisión
1 Un visitante nos comenta Amante de la cocina y el arte, Edmundo Barbero llegó al país en la primera mitad del siglo XX y formó el gran teatro universitario.
Edmundo Barbero nació en Madrid en 1899 y vino a El Salvador en los años cincuenta. Dirigió el elenco de Bellas Artes, y en 1961 llegó al teatro de la Universidad de El Salvador. “Con Edmundo Barbero, el teatro en El Salvador toma un nuevo impulso”, según el libro “Teatro en y de una comarca centroamericana”, de José Roberto Cea.
El inicio de este impulso fue Bellas Artes y tomó vuelo hasta 1986, a la muerte de Barbero y bajo la dirección del teatro universitario.
Su sobrino Gustavo Herodier recuerda haber visto algún ensayo de teatro en casa de su tía, la actriz Julia Herodier, esposa de Barbero, y recuerda también que “en la casa se hacían los vestuarios”. Era muy dedicado al teatro. Lo evocan César Pineda y Francisco Borja, actuales directores de talleres de teatro de la Universidad de El Salvador. “Él mismo, ya viejito, barría el escenario”, dice Pineda como prueba de humildad y amor al escenario.
En su autobiografía, publicada en el libro de Cea, Barbero escribía su debut como actor en 1919, como “galán de teatro”. Herodier sostiene que como actor su tío se embarcó en una gira por América a temprana edad. Luego, la guerra civil española lo devolvería al nuevo continente para nunca irse. En España, Barbero trabó amistad con Federico García Lorca y poetas de la generación del 28, como los hermanos Machado. Su sobrino lo dibuja como un hombre amable y amante de la buena mesa: cocinaba.
Su más grande aporte fue moldear el teatro salvadoreño. Así como el también español Valero Lecha en la pintura, Barbero dejó una escuela, que siguió en la universidad de El Salvador hasta los noventa con Mario Tenorio. Alumno de Tenorio, Francisco Borja dice que la escuela barberiana se mantiene, más que por la teoría o el método, por una vocación y entrega a la universidad. El teatro de Barbero se caracterizó por la preponderancia clásica, él mismo fue el alcalde de Zalamea, pero también, a finales de los setenta, montó teatro existencial, como “A puerta cerrada”, de Sartre.
Borja y Pineda, de la UES, destacan que Barbero introdujo el método de Stanislavski al país. El actor y director ruso propone en su método la concentración, la relajación, la búsqueda y la naturalidad al encarar y encarnar un personaje. Ellos lo siguen practicando, pero aceptan que cada director ha marcado sus intereses y aprehensiones de más teóricos, como Brecht, por ejemplo.
El VI Festival Internacional de Teatro Universitario, en septiembre, tendrá el nombre de Barbero, como homenaje.
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