Aroma De Gardenia (0000-0000) Sin Clasificar
1 Un visitante nos comenta Definitivamente, no quería venir a este mundo, pero como una no escoge su destino, ¡al fín nací! Claro está, después de negarme por dos semanas, durante las cuales puse en riesgo la vida de mi madre primeriza.
Nací en un pueblo tranquilo, con categoría de ciudad, fundada en el delta de un majestuoso río de mi país. Era la época de la revolución hippie y estaba cerca la celebración del nacimiento del Niño Dios.
Después de tanta resistencia, ¡por fín nací!, irreconocible como miembro de mi ascendencia: hinchada y morada, con mi piel impregnada de mal olor, arrugada y para completar ¡con una pinta de negrita!.
Los médicos no entienden como sobreviví en un líquido anmiótico descompuesto, aunque para mí la razón es clara: tenía que venir a cumplir mi destino, aunque nadie me consultó si quería hacerlo. ¡Se impuso el destino y por eso sobreviví!.
Pasaron los días y me fuí convirtiendo en una hermosa niña y sobretodo ¡blanquita como una italiana!.
A pesar de mi corta edad supe robarme el corazón de un hombre: mi abuelo paterno. El único que en realidad me ha amado, aceptado y entendido. ¡Cuánto lo extraño! Fue a él a quien no le importó que no fuera varón. ¡Total era la primogétita de su hija preferida!. Creo que es el hombre a quien deveras le he llenado la vida.
Según mi madre, él siempre decía que yo olía igual a las gardenias del pequeño jardín de la abuela. Era entonces, su AROMA DE GARDENIA de carne y huesos.
Desde entonces, nadie había vuelto a llamarme así, hasta que me suscribí a este Rincón de Poesías.
En memoria del hombre que me amó
Aroma de Gardenia