Mylène Demongeot, una de las rubias símbolos sexuales del cine francés durante los años cincuenta y sesenta, supo superar la tipificación y sobrevivir a una larga pausa antes de su regreso estelar en los setenta. Ha participado en más de 70 películas, incluyendo clásicos como la trilogía de Fantomas.

Nació Marie-Helene Demongeot el 29 de septiembre de 1935, en Niza, Francia, en el seno de una familia de actores. Sus padres se conocieron en Shanghai, China, y se mudaron a Niza, donde ella creció. Su madre, Klaudia Trubnikova, era una emigrante ruso-ucraniana de Kharkiv que escapó de los horrores de la Guerra Civil rusa. Su padre, Alfred Demongeot, era de herencia franco-italiana. La familia era bilingüe y el joven Mylene hablaba ruso y francés, pero finalmente se cambió al francés.

De joven era una marginada, sufría de niños despiadados que le hacían comentarios viciosos sobre sus ojos (ella estaba bizca hasta que se sometió a una cirugía en su adolescencia). Le gustaba mucho la música y las películas, un escape perfecto de los horrores de la Segunda Guerra Mundial que devastaron Europa durante su infancia. A los 13 años se fue a París y continuó su educación. Estudió piano bajo la tutela de Marguerite Long y Yves Nat. Estudió arte dramático con María Ventura en Le Cours Simon de París. A los 15 años se hizo modelo en el taller de Pierre Cardin.

A los 17 años, Mylene hizo su debut cinematográfico en el papel secundario de Nicole en Los hijos del amor (1953). Apareció en tres o cuatro largometrajes cada año, y alcanzó fama internacional a finales de la década de 1950. Junto con Gary Cooper, inauguró la primera escalera mecánica instalada en un cine, en el Teatro Rex de París, el 7 de junio de 1957. Tenía una escena de seducción memorable frente a Yves Montand en Les sorcières de Salem (1957) ("El Crisol"). Su primer papel destacado fue en Una rubia peligrosa (1958) (también conocida como "Rubia por el peligro"), en la que interpretó a un contrabandista de joyas de 17 años.

Mylene desarrolló aún más su imagen en pantalla de una manipuladora amante rubia en su brillante actuación frente a David Niven en Buenos días, tristeza (1958), y quedó permanentemente encerrada en la imagen de cliché de una seductora humorística después de co-protagonizar con Alain Delon en la comedia de 1959 Débiles mujeres (1959). Su oportunidad de actualizar su imagen cinematográfica llegó en las películas de "época". Jugó en la Maratón de La batalla de Marathón (1959) con Andromeda manipuladora y coqueta frente a Steve Reeves ("El Gigante de Maratón") y en el papel protagónico de Rea frente a Roger Moore en El rapto de las sabinas (1961) ("Romulus y las Sabinas"). Entre sus papeles más conocidos se encuentran la manipuladora Milady de Winter en Los 3 Mosqueteros (1961) y Helen en las tres películas de "Fantomas".

Mylene Demongeot se convirtió en uno de los símbolos del sexo rubio en el cine francés de los años 1950,1960 y 1970. En la trilogía de los Fantomas (1964) actuó junto a los principales actores franceses de la época, entre ellos Jean Marais y Louis de Funès. Aunque poco a poco fue eliminando la imagen estereotipada de una bella coqueta francesa, se veía bastante convincente como una madame de mediana edad, que desarrolló en los años ochenta y noventa. En ese momento, su carrera como actriz se detuvo, ya que había envejecido con gracia en el sur de Francia. También fue productora durante ese tiempo y copropietaria de Kangarou Films, una productora que fundó con su difunto esposo Marc Simenon. Después de un largo paréntesis regresó a Asuntos pendientes (2004). También ha aparecido en Camping (2006) y La Californie (2006) de Jacques Fieschi, basada en un cuento corto de Georges Simenon.

Además de su trabajo cinematográfico, Mylene ha escrito varios libros, entre los que destacan "Tiroirs Secrets" y "Animalement vôtre". En la década de 2000 hizo una peregrinación a la casa natal de su madre en Kharkov, Ucrania. Allí plantó un árbol conmemorativo y presentó su libro autobiográfico "Les Lilas de Kharkov" (Las lilas de Kharkov). En 2006 fue nombrada Comandante de la Orden de las Artes y las Letras por sus logros en la actuación. Reside en su ciudad natal francesa de Niza.

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