Florinda Bolkan, una sensual y versátil leyenda del cine italiano, nació Florinda Soares Bulcão en Uruburetama, Ceará, Brasil, siendo la menor de tres hijos de padre brasileño y madre india. Su padre, el diplomático José Pedro Soares Bulcão, falleció a los 14 años de edad, y comenzó a trabajar como secretaria para mantener a su familia mientras asistía a la escuela y aprendía inglés y francés. Eventualmente, comenzó a trabajar como inspectora de vuelo para Varig. En 1967, visitó Roma y fue introducida por la productora Marina Cicogna (que se convertiría en su amante durante los próximos 21 años) a Luchino Visconti, quien finalmente la persuadió para que siguiera modelando y actuando. Rápidamente consiguió papeles secundarios en El ladrón de crímenes (1969), Candy (1968) (en la que interpretó a una hermana de Ringo Starr) y La caída de los dioses (1969) de Visconti. Para entonces, Florinda había optado por usar "Bolkan" como su apellido, creyendo que tenía más atractivo internacional. A pesar de llegar a dominar el idioma, su acento era denodado en italiano debido a su acento grueso.

Al comenzar su nueva carrera, Bolkan fue rápidamente aclamada como una de sus futuras promesas: por su actuación en Supongamos que una noche, cenando... (1969), compartió el premio Golden Plate de los premios David di Donatello junto a Olivia Hussey y Leonard Whiting. Ganaría dos David di Donatellos más durante su carrera, para Anónimo veneciano (1970) y El último adiós en Londres (1973). Bolkan apareció en dos películas italianas de gran importancia internacional: Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha (1970) de Elio Petri (ganador del Oscar al mejor cuadro en lengua extranjera de 1970) y la penúltima obra de Vittorio De Sica, Amargo despertar (1973). También ha participado en varias películas de género de bajo presupuesto a lo largo de su carrera, incluyendo Las Vegas, 1.970 (1969), Cuando la ambición se tiñe de rojo (1969), Una lagartija con piel de mujer (1971)_, Angustia de silencio (1972), Un hombre a respetar (1972), La novicia musulmana (1974), Huellas de pisadas en la luna (1975), La séptima mujer (1978) y La jaula (1985). Aparte de algunas producciones internacionales, como El último valle (1971), El cobarde heroico (1975), Atentado: El día que cambio el mundo (1975) y Algunas chicas (1988), Bolkan raramente trabajó fuera de Italia. A finales de los años ochenta, había abandonado ampliamente el cine a favor de las producciones televisivas y escénicas (como The Word (1978) y La piovra (1984)), aunque Eu Não Conhecia Tururu (2000) -su única película como actriz, escritora, productora y directora- recibió una cobertura favorable en su país natal.

Para el 2006, Bolkan se había retirado de la actuación, y ahora posee y opera la Villa Voltarina en Bracciano. Sus otros esfuerzos aparte de actuar han incluido servir como juez en el concurso Miss Universo de 1976, trabajo de bienes raíces, publicar un libro de cocina gourmet y apoyar a los niños italianos y brasileños en necesidad financiera.

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